Nada nuevo en un viaje de bondi

Luego de una chocante columna de opinión que hice aproximadamente 2 meses atrás, parece no haber nada nuevo bajo el sol. Ayer, como todos los días, subo a mi querido 132 a las 7.25 de la mañana. Subo en un coche bastante lleno como se suele viajar a esa hora, aunque otros coches que venían atrás no tenia ni gente parada (tomen este dato).

Subir a ese bondi se hacía cada vez más difícil pero la gente intentaba correrse hacia atrás. Llegamos a la parada de Hipólito Yrigoyen y Sánchez de Loria, donde sube una señora de muy baja estatura con el carnet de discapacitada. La señora sube con otras personas que no estaban vinculadas a ella, pero a la "damnificada" la dejaron subir primero. De antemano voy a decir que no tenía ningún problema físico visible, que es lo que siempre me fijo como para ver si amerita ceder el lugar (por ejemplo: que use bastón).

Esta vez yo no viajaba sentado, sino que iba parado muy cerca de la puerta de ascenso. Estaba muy difícil moverse un centímetro porque el pasillo era bastante angosto y con 2 personas ya lo bloqueas.

Entonces sube la mujer esta de baja estatura, "paga" su viaje (no pagan el viaje quienes llevan ese carnet) y en silencio, sin pedir permiso y con una agilidad para "gambetear" a la gente mientras se hacia camino hacia el interior del bondi, iba cabeceando para ver quien le cedía el asiento, insisto, en silencio.
¿A que no saben que ocurrió en ese instante? Si señoras y señores, la señora le apuntó a la chica más joven que encontró. ¡Que lo parió! No sólo eso, además, ¿saben qué pasó? Le puso el carnet en la cara, agitándolo, ¿Les suena?

Increíble, casi calcado a mi caso. La diferencia es que esta chica, que era bastante gordita y corpulenta, se levanta del asiento sin ningún problema, pero a los 5 minutos se la notaba fastidiosa de estar parada, por ende la madre, que iba en el asiento posterior al de esta señora, le dio el lugar a su hija para que se siente.

Las flechas indican a la discapacitada. 

En la 1º imagen lo redondeado representa la chica que cede el asiento y en la 2º, el circulo indica el carnet.

Me sentí tan identificado con el caso que decidí sacarle foto a esta señora, lo que en el barrio se conoce como escrache.

Y decidí escracharla porque no podía creer estar viendo lo mismo que me pasó a mi hace 2 meses. Ahora, la pregunta es: ¿Hasta cuando la impunidad de esta gente? Creen que con ese carnet se pueden llevar al mundo por delante y no es así. Repito: no pidió permiso, se movió con agilidad asombrosa en medio del colectivo repleto de gente, no pidió de buena manera el asiento, menos que menos lo agradeció. 

Ademas, subió al colectivo más lleno de los 132 que pasaban, en pleno horario pico. Si hay algo que te permite la 132 es dejar pasar 3 o 4 bondis para no viajar tan apretado o viajar sentado incluso. Pero no, ella sabe que con su carnet, aun en un bondi que esta al tope de su capacidad, importándole una mierda el resto de los pasajeros, tiene la posibilidad de sentarse donde ella guste.

Lisa y llanamente, ¿Quién carajo se creen que son? 

Recuerdo un comentario que me dejaron en la anterior columna: "Vivimos tiempos en los que están todos violentos, que todos se molestan por cualquier cosas. Y si, los buenos modales no existen, lo vivo en mi trabajo, y terminas enojado y molesto por la falta de educación y respeto; porque que cuesta tener buenos modales, El buenos días, el muchas gracias, el por favor, es algo que se esta perdiendo, y todos exigen."

Digo, esta señora imagino que debe conocer esas palabras a la perfección y la gente de su edad son las que primero te dicen "este chico no tiene buenos modales" cuando alguien de mi edad no las utiliza en cualquier situación. Para todos, pero sobre todo para gente de esta edad, tiene que ser algo automático el hecho de pedir por favor y gracias. Pero parece que lo único que creen que es automático, es que la gente tiene que ceder el asiento para ellos. 

Si ese carnet les da inmunidad, a mi que me demuestren que tienen un problema visible. Por ejemplo, nada que ver con nada, pero el sábado jugando a la pelota con mis amigos, me comí un golpe tremendo en la pierna izquierda, (que aún lo sigo teniendo pero ya no duele). Tranquilamente me podría haber vendado la pierna para que el lunes o martes me dieran el asiento en el colectivo, pero no lo hago, aún teniendo algo visible.

Como eran tan temprano y estaba repleto de gente, decidí no decirle nada a nadie, ni a la chica queriendo solidarizarme con ella ni a la señora para recriminarle que lo que hizo, no es correcto. Hay que aprender de los errores, y al haber mucha gente podría haber vivido otra situación de linchamiento verbal, pero que a las 7 y media de la mañana y a media máquina, no tengo ganas de vivir.

Esta vez no la viví en carne propia, pero dada la situación, la sentí como propia. 

(PD: disculpen el vocabulario, pero esto me pudrió)
(Fotos propias)